Los ojos del bebé brillan como gemas radiantes, brillando a la luz del sol como estrellas relucientes. Al mirar esos ojos, las personas sienten como si estuvieran mirando una imagen de la perfecta belleza de la naturaleza.
Lo especial es que la mirada del bebé transmite una inocencia, una pureza de espíritu que nada puede igualar. Esos ojos son las ventanas del ѕoᴜɩ, el lugar que contiene tantas cosas maravillosas y amorosas de la infancia.
Al mirarlo, la gente parece estar inmersa en un mundo maravillosamente hermoso, donde todas las preocupaciones desaparecen y sólo quedan la alegría y la esperanza.