El Barcelona ganó dos partidos en tres horas. El primero se lo llevó en los despachos al conseguir la cautelarísima por Dani Olmo y Pau Víctor 50 minutos antes de que se iniciara el partido, y luego se impuso al Athletic por 0-2 con goles de Gavi y Lamine Yamal. Apesta a Clásico el domingo.
Los principales protagonistas del partido fueron, curiosamente, dos jugadores que no saltaron al césped. Por la parte blaugrana, todo giró en torno a Dani Olmo, que junto a Pau Víctor recibió la cautelar urgente del CSD, pero no a tiempo de disputar el partido. En el Athletic, Nico Williams, tal y como se sospechaba, se quedó de entrada en el banquillo por sus molestias de tobillo. A estas dos noticias se sumó la sorpresa de que Flick optara por Szczesny como portero titular por sanción reglamentaria a Peña. Se ve que esto de llegar tarde, en el Barça solo se penaliza en la gestión del primer equipo.
Puede que animados por la noticia de la inscripción de sus compañeros, la puesta en escena del Barcelona en los primeros 20 minutos de partido fue estupenda. Con un Athletic volcado en la presión alta que le caracteriza, el equipo de Flick supo buscar el efecto Lamine Yamal. El extremo de Rocafonda da una salida al balón que multiplica el valor de Koundé como lateral a la enésima potencia.
Y si a eso le añadimos un Pedri sublime en la dirección y un Raphinha que se desmarcaría y buscaría el espacio en una estampida de ñus, el Barça empezó a carburar. El brasileño tuvo la oportunidad de adelantar a su equipo en un remate en el área bien impedido por Lekue y en una falta directa, pero finalmente fue gracias a él cuando el conjunto catalán abrió la lata. Una recuperación en el centro del campo del capitán blaugrana que habilitó a Balde, quien asistió a un Gavi desatado que ya está de vuelta para marcar el 0-1.
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A raíz del gol, el Barça tuvo cinco minutos para cerrar el partido con ocasiones de Raphinha y Lamine, pero Unai Simón, de manera heterodoxa, conjuró el peligro. Y allí, cambió el sentido de la primera parte, que se inclinó claramente del lado vasco.
Los de Valverde apenas habían dado señales de peligro en 20 minutos más allá de un remate de Iñaki, pero a partir del 0-1 empezaron a apretar y el Barça a no saber cómo salir del lío. Y ahí apareció el portero polaco para evitar un remate de Guruzeta y un gol casi cantado de Iñaki. El descanso llegó con el agradecimiento de un Barça agobiado y un Athletic que se venía arriba.
A los dos equipos les faltaba algo: a los vascos, eficacia arriba; y al Barça, control pero ambos equipos siguieron apostando por lo mismo. El Barça buscaba contras que fallaba Raphinha y el Athletic agobiaba sin éxito.
La cuestión estaba en dónde se iba a romper el cántaro de tanto ir a la fuente. Y cuando la pelota le cayó a Lamine Yamal después un robo en el centro del campo no hizo lo de Raphinha: fusiló a Unai Simón en el 53 para anotar el 0-2.
A falta de media hora para el final, Valverde se la jugó sacando al campo la dinamita de Nico. Flick respondió sacando a Fermín y retirando a Lamine Yamal, que salía de lesión.
No era el único que iba tieso en el Barça y Flick lo detectó. Ni Lewandowski ni Gavi daban para más y entraron Ferran y Frenkie de Jong mientras el Athletic subía revoluciones, pero no era el día de Iñaki ante portería.
Y cuando lo fue, apareció el VAR para anular un gol suyo en el minuto 86 que daba opciones al Athletic tras una pérdida ridícula de balón de De Jong, que cada vez que sale acostumbra a ser el mejor jugador del equipo rival. Cosa que demostró a la jugada siguiente fallando un balón a portería vacía que maquillaría su penúltima tropelía de jugador sin confianza y que se saca la pelota ante la alerta sin importar donde va.
Al final, el Barça sumó dos triunfos en un día y espera rival para el domingo.
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