El Real Madrid mantiene una tormentosa relación con los penaltis desde hace tiempo. Por eso, Carlo Ancelotti dejó claro después de que Bellingham fallara en Mestalla que el lanzador iba a quedar claro antes de saltar al campo. 

El derribo de Rodrygo por parte de Sandro mandó al equipo blanco a los once metros en un partido que se le había enredado desde antes del minuto uno. No hubo dudas. Kylian Mbappé cogió la pelota y nadie se tuvo que preguntar quién iba a intentar empatar. Con un remate raso a la izquierda de Cillessen, el francés empató. Era su sexto lanzamiento con la camiseta del Madrid y pon su balance en cuatro marcados (Las Palmas, Real Sociedad, Betis y Espanyol) y dos fallados (Lille y Athletic).

Con ese tanto, el 9 del Madrid se consolidaba como el máximo goleador del equipo. Sus 17 dianas (11 en Liga, dos en Champions, una en Copa y las otras tres entre las Supercopas) distanciaba en dos a Vinicius, ausente ante Las Palmas. Esta diana, además, colocaba su cifra de tantos con sus clubes en 300: 27 con el Mónaco, 256 con el PSG y 17 con el Madrid. A eso suma las 48 en 86 partidos con su selección. Después llegó el tercero del Madrid, con su firma. El 301, el 18 con el Madrid y el Bernabéu rendido a su estrella.

Resuelta la duda del penalti del día, queda saber si Mbappé será el primer lanzador cuando Vinicius esté de vuelta. Al brasileño, hace tiempo, lo señaló Ancelotti como lanzador principal. Pero el paso de los meses ha disparado la confianza del francés. “Cada día es más importante”, señalaba Ancelotti antes del partido. Kylian, con gol de penalti o sin él, carga de razones a su entrenador.